¿Cuál es la importancia de considerar la ética como una práctica y pilar fundamental de la cultura de una empresa?

A lo largo de los años, Juan se ha enfrentado más de una vez a dilemas éticos en la toma de decisiones de su empresa. De hecho, en sus 37 sólidos años como empresario, ha confrontado muchas situaciones en que “la delgada línea” aparecía ante sus ojos: hacer lo correcto a costa del negocio y sus resultados. Juan, de origen japonés, conoce muy bien la expresión: leer el aire.

 

Hoy la sociedad, por el ansia de resultados de todo ámbito, está dispuesta muchas veces a olvidar, trasgredir e, incluso, ablandar las normas éticas con tal de conseguirlos. Nos enfrentamos a un declive y a una crisis de valores sociales, estatales y, siendo evidenciado por diversos autores, también organizacionales.  En más de una web empresarial, en declaraciones corporativas y manifiestos, encontramos los valores empresariales nítidamente escritos, entre los cuales casi siempre encontramos el “somos éticos».

 

La responsabilidad de los líderes, gerentes, jefes, dueños de empresas y, en general, de todos los miembros de una organización es respetar, cumplir y hacer cumplir las normas éticas que se comparten dentro y fuera de ella para perdurar en el tiempo y salvaguardar su reputación personal y empresarial, así como el lugar de trabajo.

 

Es fundamental reflexionar sobre que no solo nos enfrentamos a la ley o al escrutinio público, sino cada día con nosotros mismos durante la toma de decisiones y, éstas, pasan cotidianamente por el tamiz de la ética.  Ese es el filtro que nos confronta a la hora de interactuar entre personas y empresas. Tenemos la responsabilidad de actuar en concordancia y coherencia con nuestros valores, los de la empresa y las normas morales de la sociedad, las cuales incluyen la dimensión legal.

 

Las empresas que son consideradas intachables lo son porque sus miembros tienen esa reputación y son las que logran mejores resultados económicos en ambientes de alta presión y expectativas de rendimientos extraordinarios.

 

Para Juan, lo que determinó que hoy siga contando su historia con orgullo (y, sobre todo, con la frente en alto) fue ir creando en el tiempo una cultura organizacional con valores sólidos.  No encontramos de manera explícita en la sección valores de su página web “somos éticos”. Lo que sí encontramos es que, cuando visitamos su empresa, se “lee en el aire” el comportamiento que, a lo largo de los años, lo define como un ambiente ético.

 

¡En Back to Basics estamos comprometidos con los valores!

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