Ser líderes de alto impacto conlleva tener ciertos atributos.
Julio es un gerente joven de 38 años y recientemente ha ingresado como Gerente de Unidad de Electrodomésticos a una compañía multinacional con más de 60 años de presencia en el país. La empresa tiene cinco unidades de negocio y cada gerente de unidad reporta al Country Manager.
Todos los lunes a las 9 am tienen comité de gerencia liderado por el gerente general. A pesar de su juventud Julio pudo apreciar, tanto en lo comités como en el día a día con sus compañeros de trabajo, diversos estilos de liderazgo y sus respectivos matices.
Julio visualizó dichos matices de liderazgo y los comparaba con otros con los que ya había interactuado en sus trabajos anteriores. Se planteó la interrogante: ¿cuál es el atributo más importante que tienen los líderes de alto impacto? Para ello, se imaginó un mundo empresarial con una red de líderes que tejían un patrón común de éxito a pesar de sus diferentes trayectorias. Como buenos artesanos, unos eran excelentes en tener una visión clara; otros, mostraban resiliencia y adaptabilidad frente a las adversidades. Julio traía a la mente más atributos tales como la transparencia y honestidad, que contribuyen a generar confianza en los colaboradores.
Julio consideró como uno de los atributos principales y de más alto impacto la capacidad de inspirar, ya que trae consigo la habilidad de motivar, influenciar y guiar a otros de una manera que va más allá de simples directrices o instrucciones, generando entusiasmo, compromiso y un sentido compartido de propósito entre sus equipos. Asimismo, planteó que la comunicación era también extremadamente importante y, sin ella, no se puede ser efectivo en la inspiración. Entonces, Julio concluyó que un líder efectivo necesita equilibrar ambas habilidades, siendo la comunicación la base para la ejecución de tareas y coordinación, mientras que la inspiración impulsa la motivación y el compromiso a largo plazo.
Si bien esta combinación dependerá del contexto y del estilo de liderazgo de cada persona, es altamente probable que un líder exitoso sea capaz de combinar ambas competencias para maximizar su impacto en el equipo y en la organización.