Una herramienta que puede transformar nuestra vida profesional y personal.

“El hombre conquista el mundo al conquistarse a sí mismo”. Frase atribuída a Zenón de Citio (334. A.C.) y que nos hace reflexionar. Para “conquistarse” hay que conocerse y conocerse implica descubrirse. No nos gusta vernos vulnerables y menos con nosotros mismo. Esto es curioso porque, a pesar de que nuestra realidad interior es lo más intrínseco que tenemos, nos cuesta mirarla y descubrirla. Es por eso, tal vez, que solemos elegir entre dos caminos: engañarnos a nosotros mismos haciéndonos creer que somos algo sin haber descubierto previamente nuestro interior; o encaminarnos en un proceso de autoconocimiento que siempre será fructífero aunque, probablemente, doloroso por etapas.

 

Para aquellos que optan por el camino del autoconocimiento, es importante comprender que no es posible ser juez y parte en las conclusiones de ese proceso. Es fundamental la colaboración de otros externos por más dolorosa o satisfactoria que sea su valoración. La percepción del entorno es importante porque podremos encontrar las sintonías y las disonancias entre lo que el exterior percibe y lo que nosotros percibimos o sabemos de nosotros mismos. De esta manera, las conocidas Evaluaciones 360º que se utilizan en las organizaciones son muy valiosas tanto para el evaluado como para el evaluador porque:

 

  1. Permiten identificar las oportunidades de mejora y las fortalezas del evaluado para iniciar un trabajo de autoconocimiento más focalizado; y, al evaluador, le impulsa a crear espacios para el desarrollo personal y profesional del evaluado.
  2. A nivel organizacional, fomenta la transparencia y la comunicación alentando una cultura basada en la confianza y que construya las relaciones interpersonales.
  3. En cuestiones de estrategia, se pueden tomar mejores decisiones sobre promociones, asignación de proyectos, planes de sucesión, entre otras.
  4. Y, en lo que respecta al área de talento humano, la evaluación es una herramienta cualitativa que permite afinar los planes de desarrollo individual para los líderes siendo más eficientes y con alto impacto.

 

¿Queremos conquistar el mundo y sus mercados? No perdamos de vista las herramientas que tenemos a nuestro alcance para nuestra auto-conquista y que siendo bien utilizadas y sin ser reducidas a un proceso burocrático empresarial, pueden impactar profundamente en nosotros y en la organización.

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