Las empresas familiares enfrentan desafíos únicos que requieren estrategias de sucesión modernas y proactivas.

En el dinámico entorno empresarial actual, las empresas familiares enfrentan desafíos únicos que requieren estrategias de sucesión modernas y proactivas. Un plan de sucesión eficaz no solo asegura la continuidad del negocio, sino que también facilita la adaptación a las rápidas transformaciones del mercado y la tecnología.

 

La globalización y la digitalización es el nuevo contexto en donde un plan de sucesión moderno debe planificarse con la debida anticipación, ¿cuándo? Citando a Pablo Montalbetti, experto peruano en Empresas Familiares, se diría: “No hay fecha exacta, ni metodología para hacerlo pero sí criterios que faciliten la transición”.

 

Lo primero que debemos garantizar es la continuidad del conocimiento y la cultura empresarial. Los fundadores y actuales líderes, poseen un conocimiento profundo del negocio que debe ser transferido a la próxima generación. Sin un plan de sucesión, este conocimiento se puede perder, la cultura puede verse afectada seriamente, por ende la estrategia y como consecuencia el rendimiento y la competitividad de la empresa.

 

¿Cuál es el punto de partida?, se recomienda que se busque el apoyo de asesores especializados que permitan guiar y encaminar a la empresa a través de un adecuado proceso de sucesión a través de una asesoría cercana, más personal y donde se tocan temas sensibles.

 

Además, el enfoque moderno de un plan de sucesión, debe considerar la diversidad y la inclusión. Involucrar a una variedad de voces y perspectivas dentro de la empresa puede fomentar la innovación y una mejor comprensión de los mercados globales. La sucesión no debe limitarse solo a miembros de la familia; incluir a ejecutivos externos con habilidades y experiencias complementarias puede fortalecer el liderazgo y aportar nuevas ideas.

 

Durante el proceso de sucesión, son comunes los enfrentamientos debido a las diferentes opiniones y visiones de los familiares y dueños. Por ello, además de la planificación, es crucial para que el proceso se lleve a cabo, un dialogo efectivo, entendiendo que el punto clave para el futuro de cualquier empresa siempre ha de ser una buena comunicación. El alineamiento, la planeación estratégica empresarial y un plan de sucesión claro, son fundamentales de igual manera. Esto conllevará a establecer claramente los roles y responsabilidades de cada integrante y del nuevo líder.

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